SAN ANGELO, Texas, EE.UU. (AP) - El alcalde de esta población de la zona ovejera de Texas dio una razón sorprendente para su renuncia abrupta: estaba enamorado de un inmigrante indocumentado y se fue a México con él.
Tuvieron que irse, dijo, porque no podían permanecer juntos legalmente en Estados Unidos."Ningún ciudadano de Estados Unidos debería verse frente a esta decisión", dijo el ex alcalde J.W. Lown en una entrevista desde México.
"Dejé un hogar. Dejé una hacienda. Dejé una carrera política prometedora", afirmó.
Su prominencia local y su fuga al otro lado de la frontera el día que debía prestar juramento para un cuarto período dejó a la gente boquiabierta, pero a la vez fue un ejemplo del dilema que enfrentan miles de estadounidenses _separarse o irse del país_ porque no pueden obtener la residencia para su pareja, como lo hacen los cónyuges heterosexuales.
Unos 36.000 estadounidenses están en esa situación, dijo el congresista demócrata Jerrold Nadler, citando información del grupo Igualdad en la Inmigración.
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